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miércoles, 5 de febrero de 2014

Islas curiosas

5-Okunoshima (Japón)
Cómo llegar: La única forma de acceder a Okunoshima es mediante un ferry desde Tadaonumi y Omishima, ambos en Japón, pero el recorrido merece la pena. Es posible que se conozca como Usagi Shima (Isla de los Conejos).
El pasado de la isla: La isla de Okunoshima tiene un pasado muy interesante, dado que fue una pieza clave en la II Guerra Mundial. Antes de ésta, tres familias de pescadores llegaron a vivir en ella. En 1925, la isla se utilizó como lugar de almacenamiento de armas químicas, e incluso esto hizo que la isla permaneciera en secreto, lejos de cualquier mapa e informe. Se calcula que hubo varios kilotones de gas lacrimógeno y gas mostaza. Al acabar la guerra, todo el gas tóxico se quemó o se enterró, y el proyecto secreto se cerró (aunque hoy en día se sabe de él debido a que los que allí trabajaban empezaron a tener graves heridas por todo el cuerpo).
¿Por qué es tan rara? Okunoshima es hoy un destino de vacaciones entre tétrico y divertido. Y es que la isla está plagada de amigables conejos que se acercarán a ti si vas. De hecho, hay más conejos que cualquier otro animal, debido a que estos conejos eran usados par testar la efectividad de las armas químicas, y, al terminar la II Guerra Mundial, fueron liberados. Hoy por hoy, no se permite cazar conejos (ni llevar perros y gatos a la isla), lógicamente. Si tienes curiosidad por ver algo más en la isla, hay un Museo del Gas Venenoso, bastante pequeño y dedicado a ver cómo afecta el gas al cuerpo humano. Otras de las cosas que puedes ver son los antiguos lugares donde se fabricaban los gases, hoy por hoy casi derruídos. Lo dicho: Tan tétrico como divertido (¡conejitos!)

4-Hashima (Japón)

Cómo llegar: Aunque durante mucho tiempo su acceso estuvo prohibido, y solo se podía ver desde un bote, hoy por hoy se puede llegar desde Nagasaki gracias a la empresa Yamasa Kaiun. Se tarda unos 50 minutos en llegar.
El pasado de la isla: La isla de Hashima fue una isla en la que existía una mina de carbón, que hizo que la isla estuviera poblada desde 1887 hasta 1974. De hecho, la isla era propiedad de Mitsubishi, y en ella, además de la mina, había bloques de apartamentos, tiendas, un colegio y otros edificios, todos metidos entre unos muros que evitaban su destrucción por tifón. Pero poco a poco, el petróleo se fue haciendo el combustible preferido de todos, y la mina de carbón cerró en 1974.
¿Por qué es tan rara? Hoy en día, Hashima es conocida como la isla fantasma porque, después de cerrar la mina de carbón, todos los edificios permanecieron completamente abandonados. Como la isla no tuvo una pequeña reconstrucción, algunos de los edificios se han caído, pero otros siguen estando en pie. De momento, los turistas pueden visitar desde hace tres años una pequeña parte de la isla (pues no se puede abrir completamente debido a la baja calidad de los edificios).
3-La Isla de las Muñecas (México)

Cómo llegar: Desde el embarcado San Cristóbal, en Xochimilco, en un trayecto de hora y media.
Historia de la isla: En esa zona de México (los canales de Cuemanco) sigue habiendo habitantes, pero no en esta isla, que nunca esperó ser un lugar de peregrinaje. Hace 60 años, allí vivía Julián Santana Barrera, un hermitaño humilde, que iba al pueblo a vender la plantación de su isla, y, por qué no decirlo, un poco loco. Cuando una niña murió cerca de su isla, Julián, en honor a la niña, colgó su muñeca de un árbol para mostrar respeto y ayudar a su espíritu. Pero no funcionó bien, ya que el espíritu de la niña, según decía Julián, le perseguía por todos sitios, por lo que decidió contentarlo colgando más muñecas que iba encontrando en sus viajes. Julián terminó perdiendo la cabeza y llegó a vender todo lo que tenía por tener más muñecas. Finalmente, en 2001, Julián terminó escuchando las voces de las muñecas y tuvo un infarto, ahogándose en el mismo lugar donde se encontró a aquella niña.
¿Por qué es tan rara? Bueno, si no tenéis suficiente con esa historia, basta con echar un vistazo a la isla: Está repleta de viejas muñecas colgadas de árboles, con aspecto terrorífico, e incluso hay quien dice que se puede ver a las muñecas moverse o susurrar. Allí podrás encontrar cabezas sueltas, miembros colgados, caras sin vida… Entre otras cosas, podremos hablar con Anastasio, el sobrino de Julián, o ver a La Moneca, la muñeca favorita de aquél. Perfecto para las vacaciones de los fanáticos de Muñeco Diabólico.
2-Miyakejima (Japón)
Cómo llegar: A la isla de Miyakejima se puede llegar en un ferry nocturno, bien el Sarubia Maru o bien el Camellia, que salen del puerto de Takeshiba, cerca de Hamamatsucho, en Tokyo. Sale a las 22.30 y llega a las 5 de la mañana. Además, hay vuelos de helicópteros que tardan 50 minutos.
Historia de la isla: Miyakejima era una isla en la que, en 1999, habitaban 3600 personas. Pero he aquí lo curioso: Su alto nivel de actividad en los volcanes hizo que el gas venenoso se escapara de la tierra, algo que obligó a evacuar la isla en el año 2000, cuando entró en erupción el Monte Oyama. Hasta 2005, la isla fue completamente evacuada: Edificios abandonados, coches en mitad de ningún sitio… Finalmente, los ciudadanos pudieron volver, y hoy por hoy viven alrededor de 2800 personas en Miyakejima. ¿Final feliz?
¿Por qué es tan rara? Lo curioso de esta isla es que el objeto más preciado de estas 2800 personas es… ¡Una máscara antigás! Así es: Los habitantes de la isla deben llevar siempre consigo una máscara para protegerse de los gases nocivos, lo que no quiere decir que la tengan que usar todo el tiempo. Pese a eso, un tercio de la isla sigue estando fuera de los límites del gobierno, y se advierte a los que viven allí que, a la larga, pueden sufrir problemas. La emisión de dióxido de azufre no ha parado (de hecho, hay indicadores y alarmas que alertan sobre cuándo debe usarse la máscara) y los niños tienen obligación de usar su máscara de gas, lo que da lugar a muy curiosas fotografías y situaciones. ¿Por qué alguien querría visitarla? Pues por sus preciosos paisajes y un área de buceo espectacular. Además, te puedes llevar a casa la máscara de gas como souvenir. Más original, imposible.
1-Isla Sentinel del Norte (India)

Cómo llegar: No se aconseja.
Historia de la isla: La isla fue descubierta en el siglo XIX, pero los que allí desembarcaron, no entendieron nada del lenguaje nativo (que, de hecho, aún es un secreto) En 1867, el primer barco vio la isla de lejos, y otro encalló en sus rocas. No quedaron supervivientes, asesinados por los Centineleses, la tribu que allí habita desde hace miles de años. Algunos centineleses fueron capturados poco después, pero dos murieron y el resto enfermaron hast aque tuvieron que volver a la isla. Ha habido otras expediciones a la isla, pero la única pacífica se realizó en 1991. Más recientemente, en 2006, dos pescadores fueron asesinados por los centineleses cuando iban a recoger cangrejos a su playa.
¿Por qué es tan rara? Es bastante obvio: Esa isla parece haberse estancado en el tiempo. Aunque los centineleses saben hacer fuego, parece que los apenas cincuenta que quedan tras los terremotos de 2004 no saben recolectar vegetales, por lo que se alimentan de carne y pescado (que se sepa). Poco o nada se sabe de los centineleses, que se calcula que han vivido en la isla durante 60.000 años, y son hostiles a la hora de conocer a alguien que venga de fuera (por ejemplo, tiran lanzas a cualquier barco que se acerque, bailando un baile ritual después). Sin duda, la isla más fascinante que jamás se pueda encontrar.

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