Un idioma en expansión
Para el año 2000, la previsión era que sólo en Estados Unidos el número de hispanohablantes alcanzara los 35.000.000. En ese año el español superó al inglés como el idioma más hablado del mundo occidental. En 2001, los hispanoparlantes eran aproximadamente 400 millones de personas.El Instituto Cervantes, organismo para la difusión del español, informó que entre 1986 y 1990 se registró un aumento del 70 % en la cantidad de estudiantes de español en Estados Unidos y del 80 % en Japón. El director del Instituto afirma que el interés es debido a que la gente se está dando cuenta de la creciente importancia del idioma español en Occidente. Pero, además, cuenta con la ventaja de que se habla en muchos países diferentes. Otros países que destacan por su elevado incremento de estudiantes son Brasil, Marruecos, Suecia , Noruega , Polonia , Costa de Marfil, Senegal, Camerún y Gabón.
No obstante, en las últimas décadas también se produjeron retrocesos. El caso más notable es el de Filipinas, un país en el que el idioma español pasó de ser oficial y mayoritario a restringirse en 1973, perdiendo definitivamente su carácter oficial en 1986, así, tras un proceso de represión y olvido en favor del inglés y del tagalo, pasó en muy pocas décadas de decenas de millones de hablantes en el archipiélago filipino a no más de 20.000 en 1990.
Fuentes oficiales académicas sostienen que para el año 2030 el español será el segundo idioma más hablado del mundo, detrás del chino mandarín, y para el 2045 se prevé que llegue a ser el primero.
Variedades dialectales del español
Las variedades geográficas del español, llamadas dialectos o geolectos, difieren entre sí por multitud de razones. Entre las de tipo fonético destacan la distinción o no de los fonemas correspondientes a las grafías c/z y s (ausencia o presencia de ceceo/seseo), la distinción o no de los fonemas correspondientes a las grafías ll e y (ausencia o presencia de yeísmo), la aspiración o no de la s o z ante una consonante, y la adopción o no de nuevas consonantes (tales como /ʃ/). Estas diferencias no suelen ocasionar problemas de inteligibilidad entre sus hablantes.Las diversas variantes también difieren en usos gramaticales, como el voseo o el empleo o no del pronombre informal de segunda persona del plural (vosotros). En aspectos de vocabulario, se dan notables diferencias especialmente en determinados ámbitos semánticos, como la nomenclatura de las frutas y verduras, vestimentas, artículos de uso cotidiano, así como en las expresiones coloquiales o insultantes.
Como en cualquier lengua, especialmente cuando se distribuye por un dominio geográfico extenso, el español presenta diversas variedades internas que permiten distinguir a sus hablantes según su pronunciación, sus construcciones gramaticales y su vocabulario. En términos generales, el español presenta convencionalmente dos tipos de modalidades presentes tanto en España como en América: las modalidades conservadoras, como el español del norte de España, el del interior de México o el de los Andes, y las modalidades innovadoras, como el español de Andalucía y Canarias, el del Caribe o el del Río de la Plata. Una característica típica del español peninsular es la división del grupo consonántico tl que, en palabras tales como atlas o atletismo se pronuncia ['at.las] y [at.le.'tis.mo], mientras que en América la pronunciación corriente es ['a.tlas] y [a.tle.'tis.mo].
Independientemente de estos rasgos, es posible distinguir grandes grupos de variedades dialectales del español. Por ejemplo, para Menéndez y Otero (2007) serían ocho: las variedades castellana, andaluza y canaria en España, y las variedades caribeña, mexicano-centroamericana, andina, chilena y rioplatense en América.
Las diferencias entre los dialectos casi siempre se limitan únicamente a la entonación, pronunciación y palabras o expresiones aisladas. Una de las diferencias de los dialectos de España y los de Latinoamérica son los pronombres. En España, el pronombre informal de segunda persona es “tú”, pero en algunas zonas de Latinoamérica como Argentina, Uruguay o Paraguay se utiliza el “vos”. “Tú” y “vos” son informales y se utilizan con amigos. “Usted” es una fórmula de respeto que se utiliza con desconocidos o personas mayores.
“Vos” se utiliza como segunda persona del singular en muchos lugares de Latinoamérica como: Argentina, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Ecuador, Paraguay, Colombia y Uruguay, pero también se utiliza en otros lugares como marcas regionales. Su uso, dependiendo del país y la región, puede considerarse un estándar aceptado o una marca del discurso de personas ignorantes o sin educación. Las situaciones interpersonales en las que se utiliza el vos y se acepta su uso depende de las regiones.
Los dialectos del español también varían en lo que respecta a la segunda persona del plural. Los dialectos de Latinoamérica sólo tienen una forma para la segunda persona del plural: ustedes, que sirve para las situaciones formales y las informales. Sin embargo en el español de España existen dos: ustedes para situaciones formales y vosotros para situaciones informales.
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